El oficio del periodismo, es delicado. El oficio del periodismo no es para todo "el mundo", en sentido literal. El oficio del periodismo, no es para "neófitos". El oficio del periodismo, exige preparación, en todo el sentido de la palabra. El oficio del periodismo no es para "pelafustanes", para "pela gallina tatún", para pela mesas de tabla mojadas, "para sicarios del lenguaje", entre otras descripciones. Es una profesión, que muchos han escogido como "modus vivendi", pero algunos "recoge basura en mercados sucios", se creen los mas preparados para ejercer esta profesión, que con su incursión en la misma, la desprestigian y la empuercan. Lo peor, es que algunos "se han enganchado en televisión y cada vez que hablan el hedor que sale de sus comentarios, inundan el propio canal donde laboran". No son investigadores, sino que lo que "les llega a la cabeza llena de materia fecal", eso dicen, sin hacer previamente las indagaciones de lugar, que exige el periodismo hecho con responsabiliad. No se puede estar "dañando reputaciones", porque les dé "su maldita gana". Por eso lo vemos, luego en el Palacio de Justicia, dando explicaciones a los jueces, por sus improvizados y desacertados comentarios.
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